El próximo domingo, mujeres jóvenes y militantes se suman a las listas para ocupar lugares de representación en los concejos deliberantes del Conurbano. Aquí, algunos ejemplos que marcan tendencia, entre candidatas oficialistas y militantes de izquierda, que le imprimieron mirada feminista a la campaña.

Por Daniela Morán

Desde la sanción de la Ley de Paridad de Género, en 2017, las caras femeninas ya no son una novedad en las listas electorales. De todos modos, nos seguimos preguntando ¿alcanza con eso para encarrilar la política hacia un rumbo más diverso y feminista? Claro que no. Con una pandemia todavía sucediendo, muchas y muchos somos los que buscamos incentivos para motivarnos con esta elección. El Conurbano siempre tira la posta. Son las pibas jóvenes y militantes las que, poco a poco, integran las boletas que encontraremos en el cuarto oscuro. Parecen hacerlo no sólo para ampliar rostros, sino edades, discusiones y, sobre todo, mirar con otros ojos el mundo que está volviendo a comenzar. 

Ya no más de lo mismo

Llegan las elecciones y los mismos de siempre se acercan para ocupar un lugar. Como en las mejores familias, el peronismo y el Conurbano acarrean herencias.  Una especie de reinado patriarcal gobernó durante los ‘90 y, en algunos distritos, sus exponentes aún continúan. Fueron llamados los “barones” del Conurbano. Raúl Othacehé, Alberto Descalzo, Juan Carlos Rousselot, Jesús Cariglino, Mariano West, Mario Ishii,  entre otros, extendieron  su mirada, su modo centralista del poder y una actitud paternalista y machista que los sostuvo a partir del voto popular. A partir de la crisis de 2001, la mayoría de estas castas varoniles fue cayendo poco a poco. El resto no tuvo más remedio que aggiornarse: no les quedó otra que incluir a las compañeras en las listas y en cargos públicos. Fueron cediendo poder, con la revuelta feminista naciente, que se hizo más fuerte después de la victoria del macrismo en 2015, año que también marcó la caída definitiva, por ejemplo, de Cariglino y Othacehé. 

La ola verde, las pibas en las calles, las mujeres y diversidades gobernando muestran que algo ya no va más. La renovación pide miradas novedosas, con lecturas más amplias y democráticas. Los nombres de pibas jóvenes en las listas de los territorios urbanos de la Provincia podrían ser tomados en esta clave: un nuevo horizonte es urgente. 

Primeras en las listas

“Además del cupo, hay un componente, que es la juventud y que muchas de las que integramos la lista venimos de militar el feminismo y, fundamentalmente, los feminismos en el territorio”, dice Leticia Guerrero, la primera  precandidata a concejala por unidad del Frente de Todos, quien aparece representando a Nuevo Encuentro en Morón. Empezó su actividad política a los 20 años, en lo que todavía era la gestión de Martín Sabbatella. Ya como licenciada en Ciencias Políticas, desde 2010, profundizó su participación trabajando en el barrio Carlos Gardel, espacio desde donde resistió durante el macrismo y que la llevó a ocupar, a partir de 2019, el cargo de secretaria de Relaciones con la Comunidad. A sus 36 años, encabeza la lista oficial de su distrito, con la convicción de que “en cada acto de votación, los ciudadanos y ciudadanas marcan el destino del proyecto político”. 

Leticia Guerrero

Entre sus propuestas, aparecen las políticas públicas llevadas adelante por una “banca de concejalas jóvenes” – que, en el caso de Morón, estaría integrada también por Julieta Ferrari,  Paula Majdanski (La Cámpora) y Daniela Burgos (Partido Justicialista) – que extiende una mirada transfeminsita. “Para que podamos erradicar definitivamente la violencia de nuestro territorio”, dice, se proponen ampliar el acceso de participación, pasando por la seguridad social y los derechos a la salud hasta llegar al cupo trans respetado hasta en los comercios y empresas. Leticia pone sobre la mesa las tareas de cuidado de las barriadas y la posibilidad de ver cómo, desde “la obra pública”, se construyen “ciudades seguras para las diversidades sexuales, para los jóvenes y los niños”. “Pensar la recreación, el juego, la importancia del acceso y garantía de derechos”, agrega. 

Encabezando la lista del Frente de Todos en Quilmes está Cecilia Soler, quien también marca una diferencia histórica en las postulaciones de partidos oficialistas. Es una arquitecta de 31 años, especializada en urbanismo y con gran trayectoria en la Universidad de Quilmes, que actualmente se desarrolla como secretaria de Desarrollo Urbano y Obra Pública en el distrito que gobierna Mayra Mendoza, una de las seis intendentas que conducen entre los 135 municipios de la Provincia.  Y en Moreno, lidera Noelia Saavedra, joven sub-30 y actual  secretaria de Desarrollo Comunitario del gabinete de otra de las jefas comunales bonaerenses, Mariel Fernández. Intendenta que, al presentar a su precandidata públicamente, aseguró que es “la expresión de una juventud trabajadora, comprometida y sensible”. 

Las pibas sub-30 aparecen primeras, también, en varias de las listas del Frente de Izquierda. Un caso claro es el de Candela Ramírez, abogada de 26 años que se atreve a liderar la lista por el MST en el emblemático territorio de San Miguel. “Fui criada por una mamá soltera y una maestra que me hizo recorrer, desde muy chica, recovecos del Conurbano”, cuenta. Una militante social de los barrios, a quien, como a muchos y muchas, entrar a la Universidad de José C. Paz le cambió la vida  porque le hizo entender que tenía “el derecho a estudiar”.  Cande se posiciona en el territorio gobernado por Jaime Méndez, seguidor del emblemático dirigente político católico Joaquín de la Torre, quien lo antecedió. Segura, desde su militancia de izquierda, que “la ola feminista vino a cambiar todo lo establecido y debe ser socialista, anticapitalista y antiimperialista”, pretende instalar una agenda que tenga la educación sexual como bandera.

Como Candela, son varias más las que pelearán internas en las propias listas del FIT, como Carla Villani, joven estudiante de la Universidad de Quilmes y primera precandidata para ese distrito, y Noelia Bastias, estudiante de Salud en la Arturo Jauretche que encabeza la boleta en Berazategui. 

A la banca, a laburar

No sólo en primer lugar. Las pibas están en las listas. Con ganas, con carrera, con deseos y proyectos. Johana Díaz se interesó desde chica en la política “a partir de la imagen de Cristina, sus discursos y lo que después se veía plasmado en derechos”. “También, me convocaba mucho la lucha de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo”, comparte sobre sus inicios la joven de 27 años que ocupa el sexto lugar en la lista del Frente de Todos en Ituzaingó. Participa en el Movimiento Evita desde 2016. Desde ahí, militó el antimacrismo colaborando en los barrios populares, en los comedores y merenderos. Con la llegada de la pandemia, tuvo a cargo las campañas de vacunación en los barrios. “Hay muchas iniciativas de la comunidad que, a veces, no llegan al Concejo Deliberante y la idea es poder ser la portavoz de esas demandas para poder generar soluciones concretas”, dice sobre su participación en estas legislativas. 

Johana Díaz

Más claro, echale agua.  Johana impulsa, junto a Natalia Peluso, precandidata  a diputada nacional por la Provincia, la iniciativa local “Enamorate Ituzaingó”, con proyectos productivos, ecologistas y  educativos. Desde el ala feminista, cree que es muy importante impulsar, reconocer y reivindicar el trabajo social que realizan las mujeres en los barrios, poner en discusión la economía popular, a los productores locales, a las familias de niños y niñas con problemas de aprendizaje pospandemia. “En síntesis, que la comunidad llegue al Concejo Deliberante a través de alguien que los represente”, propone.

Un caso similar al de Joha es el de María Belén Marón. “Mi primer paso de abrazar a la política fue cuando pude pisar la Universidad de Avellaneda. Primer paso para entender que, cuando hay decisiones políticas que cambian la vida a la gente, la hacen más feliz y le dan un futuro”, dice Belén sobre sus primeros años vinculada a la política. Esas “universidades por todos lados” formaron cuadros políticos que, de otro modo, serían imposibles de pensar. “En mi familia, fue mucha la emoción el recibirme de licenciada en Periodismo. Mis abuelos eran albañiles y mi vieja no terminó el secundario”, cuenta.  El segundo paso hacia la política fue por un tuit que le envió a su referente, Mayra Mendoza, en pleno debate por la legalización del aborto, en 2018, cuando la ahora intendenta todavía era diputada. “Le escribí y le dije: ‘Quiero militar, ¿dónde tengo que ir?’”, repasa.

María Belén Marón

Desde ese momento, milita en La Cámpora de Quilmes- su lugar en el mundo – y hoy, con sólo 27 años, ocupa el cargo de directora de Seguimiento de Políticas de Género en la Secretaría de Mujeres y Diversidades de su distrito.  Se presenta dentro de la lista oficial como precandidata a concejala para profundizar los proyectos que se vienen encarando desde el oficialismo. “Me gustaría desarrollar proyectos colectivos, potenciar la economía social y solidaria, ferias, capacitaciones de emprendedoras”, cuenta y enfatiza: “Las mujeres, en la pandemia, armamos red, no nos quedamos detenidas”.

Las ganas, los sueños y las esperanzas se han expresado subiendo a la juventud a la cabeza. Cosechas de tiempos donde la política floreció en nuestro país. Las universidades, los proyectos, la distribución. La iniciativa de cambio debe ser incluyendo las miradas actuales para los debates históricos y futuros. No más de lo mismo. Los privilegios ya no deben gobernar la agenda de un país. Ocupar lugares es un desafío. Pero las nuevas generaciones, empapadas del movimiento feminista, lanzan la promesa de no dejarlos vacantes. 


Daniela Morán es periodista, radialista y comunicadora social. Colabora en revistas, medios y portales digitales nacionales y es maestranda en Periodismo Narrativo. También escribe poesía.