Es el máximo goleador en la historia de la selección y también quien más partidos disputó. Ahora, buscará ser también el argentino con más tantos y más presencias en la Copa del Mundo. Además, en Qatar llegará a su partido 1.000 como profesional y podría alcanzar los 100 goles con la camiseta del conjunto nacional.

Por Patricio Insua*

 

Lionel Andrés Messi está ante el Mundial de su vida. Lo espera el último gran desafío de una carrera fantástica: abrazarse al trofeo más importante del planeta fútbol. En Qatar disputará su quinta Copa del Mundo y si el recorrido de Argentina en el opulento estado árabe tiene el destino final que todos anhelamos, el capitán habrá quebrado varios récords.

Con 90 goles en 164 partidos, Messi es el futbolista que más tantos convirtió y más encuentros jugó en la historia de la selección argentina. Sin embargo, en el recorrido de la Copa del Mundo, con seis goles comparte el tercer lugar con Mario Alberto Kempes, detrás de Guillermo Stábile (8) y Gabriel Omar Batistuta (10); mientras que con 19 partidos disputados, se ubica en ese escalafón debajo de Javier Mascherano (20) y Diego Armando Maradona (21).

La modernidad líquida, el concepto con el cual Zygmunt Bauman explicó la vacuidad propia del inicio del tercer milenio, es aplicable también al ámbito de la pelota. La globalización que licúa fronteras trasportó al Messi preadolescente de Rosario a Barcelona. A los 35 años, lleva más de dos décadas viviendo fuera de la Argentina. Nunca jugó en la primera división de nuestro país. Apenas pisaba las divisiones inferiores de Newell´s cuando se fue al otro lado del océano Atlántico. De todas maneras, se convirtió en el jugador con los mayores números en el seleccionado argentino. Su forma de hablar, como si nunca se hubiese ido de su barrio, La Bajada, son una muestra de los orígenes de los que jamás se alejó.

En su largo recorrido mundialista Messi tardó apenas 14 minutos en convertir su primer gol. El 16 de junio de 2006, pocos días antes de cumplir 18 años, el rosarino tuvo su primer festejo en la Copa del Mundo. En Gelsenkirchen, por la segunda fecha de la fase de grupos, Argentina enfrentaba a Serbia y Montenegro, y con el partido resuelto, 5 a 0 en favor del seleccionado nacional, José Néstor Pekerman decidió darle a Messi su debut en la máxima competencia futbolística del planeta.

A los 74 minutos de juego ingresó por Maxi Rodríguez y a los 88, tras una habilitación de Carlos Tevez, controló la pelota con la zurda y definió de derecha al primer poste del arquero Oliver Kovačević. Era su primer partido en la Copa del Mundo y su primer gol.

Titular y luego reemplazado por Julio Cruz ante Holanda en el cierre de la primera ronda, en octavos de final frente a México ingresó para los últimos minutos del tiempo regular y los 30 de la prórroga.

En Sudáfrica 2010 no faltó a ninguno de los partidos, ante Nigeria, Corea del Sur, Grecia, México y Alemania, pero ese sería su único Mundial sin goles.

En el estreno en Brasil 2014 convirtió el segundo gol ante Bosnia con su marca registrada: gambeta y remate bajo al borde del área. Argentina viajó de Río de Janeiro a Belo Horizonte para su segundo compromiso; el rival era Irán y la victoria albiceleste fue agónica: en tiempo adicionado Messi se hamacó desde la derecha hacia el centro para sacar un zurdazo con una parábola perfecta para el 1-0 que marcaría el segundo triunfo del equipo que dirigía Alejandro Sabella. Para el cierre de la fase de grupos, Messi convirtió dos goles más en la victoria 3 a 2 ante Nigeria en Porto Alegre. Primero aprovechó un rebote de la pelota en un poste para sacar un fortísimo remate para el 1 a 0 y luego volvió a celebrar con un tiro libre perfecto. Los partidos de eliminación directa ante Suiza, Bélgica, Holanda y Alemania, en el final en el estadio Maracaná, no tuvieron goles suyos.

Cuatro años más tarde, en Rusia, falló un penal ante Islandia en el primer partido, sufrió como todo el equipo en la derrota 3 a 0 ante Croacia, y en la tercera presentación Nigeria volvió a ser su víctima tras un teledirigido pase largo de Ever Banega en el que, sin detener la carrera, amortiguó la pelota con el muslo derecho, alejó a su marcador con otro toque de su pierna menos hábil y definió con un zurdazo cruzado. En cuartos de final, Francia eliminó a un seleccionado argentino sumido en el caos que se había desatado desde antes del inicio del torneo.

Los goles mundialistas de Messi se acotaron a la fase de grupos. Otro de los desafíos con los arribará al Golfo Pérsico es que sus festejos se extiendan también a los choques de eliminación directa.

Dentro de pocos días, cuando complete los compromisos que le quedan con PSG, Messi viajará a Abu Dhabi, donde se juntará el plantel y disputará un amistoso ante Emiratos Árabes Unidos. En ese partido podrá abultar sus estadísticas apenas seis días antes del debut frente a Arabia Saudita en el estadio Lusail, el escenario principal del Mundial.

La ambición de gloria de Argentina en la Copa del Mundo estará atada a los récords individuales de su capitán. Con un equipo impulsado por su talento y un país embanderado en su figura, Messi va por todo.

 


*Patricio Insua es Licenciado en Periodismo y docente de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Actualmente, trabaja en el canal de noticias IP y en DeporTV. Es autor del libro “Aunque ganes o pierdas”, donde repasa la historia de diez partidos inolvidables de Argentina en los Mundiales.