Datos

El Conurbano, ese enorme conglomerado de unos 32 municipios de la provincia de Buenos Aires que van desde Tigre hasta Berisso, y desde Avellaneda hasta Moreno, representa no sólo la mayor concentración del electorado de todo el país, sino también una síntesis bastante acabada de las distintas expresiones sociales, culturales y políticas que pocos foráneos comprenden y muchos intentan capitalizar de alguna forma. A veces a través de la persuasión de sus propios votantes, otras a partir de lecturas etnocéntricas que sólo buscan ahondar la grieta entre la ignorancia y la sensatez para intentar hacer más efectivas las operaciones políticas y mediáticas. Pablo Sirvén equilibra entre ambas.

Un periodista que escribe desde un medio de comunicación que se planta desde el liberalismo económico y el conservadurismo político porteño, pese a tener redacción en territorio bonaerense, para hablarles a los almidonados lectores de la Ciudad de Buenos Aires y las familias dueñas de la patria sojera, que poco tienen que ver con los sectores populares que viven y se desarrollan en el Conurbano. De ahí la ignorancia, y muchas veces el ensañamiento, del que definiciones como “territorio inviable y africanizado” o desprecios hacia la pobreza estructural de La Matanza o Quilmes son sólo algunos ejemplos.

El doctor en Historia Ezequiel Adamovsky explicó con lucidez en su libro Historia de las Clases Populares en Argentina que un artesano, un integrante de pueblos originarios o una campesina no son parte del mundo popular en virtud del trabajo que realizan, o de su procedencia étnica, sino sólo en relación con las clases que tienen en sus manos el poder.

Una conexión que quien escribe cree se da de manera más clara en esta región bonaerense. De hecho, en la previa de la última dictadura cívico-eclesiástica-militar, en el Área Metropolitana de Buenos Aires el 10% más rico de las familias se quedaba con el 27% del ingreso total, algo que doce años más tarde se amplió al 32%, una tendencia que creció en los gobiernos liberales bajo sello radical y peronista que le siguieron, y que explica de alguna forma la necesidad de mantener los prejuicios y sostener lugares de privilegio.

Un territorio que ni el expresidente de la Nación, Mauricio Macri, ni la exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, como quiere hacer creer Sirvén, supieron comprender. Acaso por sus trayectorias porteñas, o tal vez porque la sociedad conurbana leyó mejor las políticas de ajuste que padecían que los llamados a las marchas del “sí, se puede” que bien cita el periodista de La Nación.

De ahí las catastróficas derrotas en las urnas de Juntos por el Cambio en la Primera y Tercera sección electoral por más de 30% en 2019. De los 43 distritos de estas dos regiones, que suman cerca de nueve millones de electores, sólo nueve se tiñeron de amarillo entre los que se encuentran Lanús, Brandsen y Magdalena en el sur, y San Isidro, Vicente López, Tres de Febrero, San Miguel, Campana y Suipacha en el norte.

Juntos por el Cambio, de hecho, también perdió en la Segunda sección electoral, a la que se refiere el artículo que dio origen a esta nota. La única región del interior bonaerense en la que el Frente de Todos logró imponerse a la alianza entre macristas, radicales y experonistas, pese a no tener una conducción clara, que se reparte entre los pocos intendentes que tiene, el Frente Renovador, La Cámpora e incluso la intervención del ministro de Seguridad Sergio Berni. 

Análisis territorial y político con los que el lector puede adherir, o no, pero con los que no puede desenlazar el Conurbano de la noción de motor productivo de la provincia. Gracias a los numerosos parques y centros industriales que surgieron luego de la crisis del 2001, y a la construcción de no menos universidades nacionales y públicas, que se sumaron a otras como la Universidad Nacional de Lomas de Zamora que desde hace décadas forman profesionales de distintas áreas que se conciben desde y para nuestro Conurbano.


Pablo Lapuente es redactor acreditado en la Legislatura de la provincia Buenos Aires. Licenciado en Periodismo (UNLZ), productor en radio y televisión. Trabajó en medios de comunicación bonaerenses y nacionales.