Argentina y Alemania protagonizaron la única final reeditada tres veces en la Copa del Mundo; además se encontraron en otras cuatro instancias de la competencia más importante del planeta.
Por Patricio Insua
La alegría más inmensa y, cuatro años después, la tristeza más acongojada de Maradona. El dolor más profundo para Messi con una pelota de por medio. Diego en el momento más feliz de su vida y Diego con el llanto más desconsolado. Lio con la mirada perdida, sin querer posarla en esa copa a la que le tuvo que pasar por al lado. Enfrente, siempre el mismo rival: Alemania. Argentina y el seleccionado germano son los antagonistas del máximo clásico mundial, el único que protagonizó tres finales de la Copa del Mundo. Esa camiseta blanca con vivos negros, rojos y amarillos se convirtió en la sombra negra del seleccionado nacional.
El primer cruce mundialista entre argentinos y alemanes se produjo en Suecia, en 1958. Era el debut de ambos en el torneo y fue triunfo teutón por 3 a 1. El equipo que dirigía Guillermo Stábile -máximo goleador de Uruguay 1930- enfrentaba al campeón del mundo: Alemania Federal había alzado la Copa del Mundo por primera vez en Suiza 1954 al derrotar 3 a 2 a Hungría en un partido que antes de los 10 minutos perdía 2 a 0 pero terminaría dándolo vuelta. El seleccionado se había puesto en ventaja en una de las primeras jugadas del partido con un tanto de Oreste Omar Corbata, pero los europeos dieron vuelta el resultado con dos tantos de Helmut Rahn y otro de Uwe Seeler.
En Inglaterra 1966 empataron 0 a 0 por la segunda fecha del grupo del Grupo 2. Argentina contaba con jugadores como Luis Artime, Roberto Perfumo, Antonio Rattín y Silvio Marzolini, que terminaría por ser incluido como lateral izquierdo en el equipo ideal del torneo. El partido se disputó en el estadio Villa Park, en Birmingham, y posteriormente ambos siguieron adelante en la Copa del Mundo; sin embargo caerían ante el mismo rival, frente al mismo goleador y en el mismo escenario. Ante el seleccionado local en el estadio de Wembley Argentina perdió 1 a 0 en cuartos y Alemania caería 4 a 2 en una final resuelta en el tiempo extra y con tres goles de Geoff Hurst, que también había marcado el único gol del partido con Argentina.
Uno de los encuentros con mayores implicancias extradeportivas en la historia de la Copa del Mundo se dio en 1974, cuando se enfrentaron Alemania Democrática y Alemania Federal, país que era la sede del torneo. Fue también una sorpresa cuando el conjunto de la nación socialista se impuso 1 a 0, en Hamburgo, ante quien terminaría siendo campeón del mundo. En ese certamen, Argentina se enfrentó con «la otra Alemania», la situada al este del Muro de Berlín, en un encuentro que terminó 1 a 1 con el gol de René Houseman. Las estadísticas de enfrentamientos entre Argentina y Alemania no contemplan este duelo con el representativo del estado creado y disuelto en la segunda mitad del siglo pasado.
El único triunfo mundialista argentino ante Alemania fue nada más y nada menos que en una final del Mundo, la primera de las tres que disputarían en menos de tres décadas. El 29 de junio de 1986 en el Distrito Federal de México, Argentina salió a la cancha con Pumpido; Cuciuffo, Brown, Ruggeri; Giusti, Enrique, Batista, Burruchaga, Olarticoechea; Maradona y Valdano. Los dirigidos por Carlos Salvador Bilardo se pusieron en ventaja con un cabezazo del Tata Brown (su único gol en la Selección) y estiraron la diferencia con una jugada de área a área iniciada y finalizada por Valdano. La reacción alemana fue intempestiva en el segundo tiempo, primero con el descuento de Karl-Hans Rummenigge y pocos minutos después con la igualdad conseguida por Rudy Voller. Pero a Argentina le quedaba el tiro del final con la asistencia de Diego y la definición de Burru para el 3 a 2 y la obtención de la Copa del Mundo.
Alemania se tomó revancha cuatro años después, en Roma, en el último partido de Italia 90. Con ausencias de peso como las de Claudio Caniggia y Ricardo Giusti, suspendidos por sanciones disciplinarias, Argentina aguantó lo que pudo, hasta que a poco del final del partido el árbitro mexicano Edgardo Codesal sancionó penal por una falta dentro el área de Roberto Sensini contra Voller y Adreas Brehme venció la estirada de Sergio Goycochea para el único gol de la final.
El quinto capítulo de la saga mundialista entre Argentina y Alemania se disputó en Berlín el 30 de junio de 2006. En el cruce de cuartos de final, Roberto Ayala abrió el marcador y a los 80 minutos de juego Miroslav Klose puso el 1 a 1 que no se modificó en el tiempo extra. En la definición por penales Alemania no falló y los yerros de Ayala y Esteban Cambiasso marcaron la eliminación del equipo que dirigía José Néstor Pekerman y que se fue del torneo invicto.
En Sudáfrica 2010 el encuentro volvió a ser en cuartos de final, pero con Lionel Messi adentro de la cancha y Maradona como guía en el banco. Argentina no pudo frenar el impulso alemán, que ya estaba en ventaja a los 3 minutos de juego con un tanto de Thomas Muller, y que en una ráfaga durante el segundo tiempo transformó la victoria en goleada con un par de tantos de Klosse y otro de Friedich.
Brasil 2014 propició la tercera final. Después del DF y la Ciudad Eterna, la locación fue Ciudad Maravillosa y el escenario el estadio Maracaná. Argentina marcó la pauta del partido pero no aprovechó las chances que tuvo frente a Manuel Neuer y a los 113 minutos de juego, Mario Goetze mató la ilusión argentina de volver a ser campeón del mundo.
Argentina y Alemania son los contendientes de la final más reeditada en la historia de la Copa del Mundo. Siete choques en total ponen en un lugar único a un cruce que es historia, presente y prepara más capítulos para el futuro.
*Patricio Insua es Licenciado en Periodismo y docente de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Actualmente, trabaja en el canal de noticias IP y en DeporTV. Es autor del libro “Aunque ganes o pierdas”, donde repasa la historia de diez partidos inolvidables de Argentina en los Mundiales.
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