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Anahí Benítez tenía 16 años y era estudiante de una escuela de Banfield cuando, en 2017, fue víctima de femicidio. A más de tres años de las intensas jornadas de búsqueda que se organizaron a partir de su desaparición, una película recorre el activismo estudiantil que sus compañeras y compañeros pusieron en juego para encontrarla y, después, reclamar justicia. Y deja una pregunta: ¿es posible superar el espacio vacío?

Anahí Benítez tenía 16 años, iba a la Escuela Normal Superior Antonio Mentruyt (ENAM) de Banfield y le apasionaba el arte. El 29 de julio de 2017, salió de su casa y no se supo nada más de ella hasta algunos días después. El 4 de agosto apareció asesinada en la Reserva Santa Catalina, en Lomas de Zamora. A tres años y medio de aquellos días de búsqueda incansable por parte de sus familiares y amigxs, se estrenará el documental Algo se enciende, de Luciana Gentinetta, que, a lo largo de sus 62 minutos, recolecta los testimonios del “entramado de personas que se involucraron y acompañaron todo el proceso” y visibiliza la importancia de la organización colectiva que se activó, la mayoría a partir de chicos y chicas de 16 años, que demuestra que fueron “sujetos capaces de accionar y organizarse en base a lo que estaba sucediendo”.

En diálogo con Cordón, Luciana -también egresada del ENAM- relató el proceso de creación de la película documental, que nace de su participación activa en la búsqueda y del posterior reclamo de justicia por el femicidio de Anahí. “Empecé a fotografiar y hacer filmaciones de lo que estaba sucediendo en la comunidad educativa y un día, con una sensación de impotencia, que era un poco lo que tenían todos por las cuestiones del juicio que no avanzaban, decidí que ese registro podía servir de algo, un poco abonando a la memoria colectiva de Anahí y del ENAM, para visibilizar lo que se estaba haciendo y de qué manera era impulsado por estudiantes, que me parecía admirable”, dice la directora, a pocos días del estreno de su ópera prima documental, que fue seleccionada para la sección Competencia Argentina de la próxima edición del  Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI).

Junto con dos amigos, quienes también formaron parte del ENAM -Mauro Fernández como director de fotografía y Yago Kuhn como asistente de dirección- el proyecto audiovisual se convirtió en un largometraje que fue creciendo hasta convertirse en Algo se enciende.

“Los amigos y amigas de Anahí son los personajes principales”, remarca Gentinetta durante la charla. La intención de su documental es plasmar “cómo se vivió esa situación en el contexto de la escuela, que es particular”. El escenario principal es el ENAM y los relatos son “muy estremecedores en algunos sentidos”. “Duelen mucho por las cosas que cuentan que pasaron, que fueron sucediéndose durante la búsqueda y el femicidio de Ana”, agrega la directora.

Luciana Gentinetta

A diferencia de los relatos que los medios de comunicación o la Justicia misma hacen de los hechos de violencia de género, abusos sexuales y femicidios, Algo se enciende tiene como narrativa principal la perspectiva de “la escuela y lo que había sucedido a partir de la desaparición y femicidio de Anahí”. “No sabíamos qué había sucedido, pero sí qué había pasado en la escuela y era importante destacar eso más que cualquier otra versión judicial, que no muestra el entramado de personas que se involucraron y acompañaron todo este proceso. Lo importante era darles el lugar principal a estas personas que son parte de la comunidad educativa del ENAM y que eran jóvenes, muy jóvenes, en el momento en que desapareció Anahí y presentarlos como sujetos capaces de accionar y organizarse en base a lo que estaba sucediendo”, agrega Luciana, que hoy tiene 23 años y ya construyó una carrera como fotógrafa, productora y directora audiovisual.

En febrero de 2020, empezó el juicio por el femicidio de Anahí con dos imputados: Marcos Bazán, el dueño de la casa donde se cree que fue retenida y asesinada, y Marcelo Villalba, cuyo ADN fue hallado en el cuerpo de la víctima. Villalba fue apartado del juicio porque se concluyó que era un «psicótico» que no estaba en condiciones de ser juzgado, mientras que, en junio, Bazán fue condenado a prisión perpetua como «coautor» de los delitos de «privación ilegal de la libertad agravada y homicidio triplemente agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género” y como «partícipe necesario» de «abuso sexual agravado por acceso carnal».

El documental cuenta con una placa de actualización del caso hasta la fecha en que fue editado y se va a estrenar en el BAFICI, el 23 de marzo, con una proyección en el Cine Gaumont y estará disponible de forma gratuita en la plataforma https://vivamoscultura.buenosaires.gob.ar/ por 72 horas. El 28 de marzo, se podrá ver en el Museo de Arte Español Enrique Larreta, como parte del cierre del festival. Las entradas se reservan por la web, dos días antes de la proyección.

“Me parece muy importante que, en algún momento, más pronto que tarde, la Justicia pueda respondernos qué es lo que verdaderamente sucedió con Anahí”, dice Luciana. Y, al mismo tiempo, con su relato sobre la búsqueda colectiva ante su desaparición, se pregunta: ¿es posible superar el espacio vacío?