Desde el lunes 18 al 22 de octubre se realizó el primer Encuentro de escritoras mujeres y LGTBI+ propuesta desde un organismo público. Ahora que sí nos leen se consolidó cómo una iniciativa del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad de la provincia de Buenos Aires, quién retomó los espacios de encuentro ya existentes dentro del sector para reunirlos por primera vez desde el Estado. El encuentro aparece así como motor para discutir, visibilizar y crear políticas con las escritoras bonaerenses en primera fila. 

¿Se trata de una moda o de una necesidad histórica? ¿Cómo articula el mercado con la literatura feminista? ¿Es una ola pasajera?. Estos son algunos interrogantes que dieron origen a formalizar este evento en una propuesta de Encuentro desde el estado provincial. 

Por Dani Morán. 

¿Para qué encontrarse?

Las mujeres y diversidades son históricamente propagadoras de encuentros. Es un hábito común para quienes han concurrido a los Encuentros Nacionales de Mujeres desde 1986. Espacios necesarios para el crecimiento, debate y ejercicio político. También para quienes aún sostienen como un ritual de supervivencia las reuniones entre amigas. En la literatura esto tiene antecedentes, “en el Ahora que sí nos leen, tomamos la consigna de las calles. Ahora además de vernos, nos leen”, contó la Ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, quién retoma experiencias de encuentros para proponer política cultural. “Nos parece que es muy importante porque existe aún una invisibilidad de la literatura de las mujeres, y mucho más de las bonaerenses”. No es sólo una cuestión de género. Las desigualdades se acrecientan según los territorios y oportunidades individuales. Las oportunidades en el arte siguen siendo para pocas. 

“Partimos de la hipótesis de que es difícil la producción literaria para mujeres y diversidades”, aportó la escritora y organizadora del encuentro, Paloma Sanchéz. Existen problemáticas en el sector referidas a editoriales, financiamiento y promoción, pero también “somos quienes tenemos una sobrecarga del trabajo con la tareas de cuidado o responsabilidades que no nos permiten hacer lugar a las experiencias creativas”. El espacio para la escritura queda aún más reducido y relegado en las mujeres y disidencias bonaerenses que tienen que trabajar, cuidar, alimentar, y en su mayoría trasladarse en transportes públicos. Algunas de estas hipótesis derivan en un relevamiento que este Encuentro pretende realizar para luego tomar acciones. 

Encontrarse también para vernos, y que no nos oculten más. “El Ahora que sí nos ven” surge en un anclaje de iniciativas impulsadas en estos dos años por el mismo ministerio: se realizó en la provincia un programa de murales “Ellas no fueron pintadas”, y en esa línea el “Ellas no fueron contadas”, cómo concurso de literatura bonaerense para mujeres y diversidades que este año recibió más de 500 trabajos. “Este es el camino que vamos atravesando con la intención de la eliminación de la desigualdad y las violencias, también nutrido por lo que el movimiento mismo va generando”, cree Estela Díaz.

El encuentro 

La última semana de octubre se llenó de palabras. Como protagonistas estuvieron autoras y editoras de la Provincia, que expusieron en charlas, talleres, recitales de poesía, música en vivo y video-retratos. Las propuestas ocuparon todos los casilleros de interés: editoriales independientes con catálogo feminista, el desafío de la perspectiva de género en las bibliotecas, derechos humanos y literatura, los espacios de talleres de escritura, la universidad y la producción literaria, la dramaturgia, la poesía y los territorios, aparecieron entre otras conversaciones que se desarrollaron de manera virtual mediante el canal de Youtube del Ministerio (MinMujeresPBA) y en las actividades de cierre de los últimos días, que fueron presenciales desde el Teatro Argentino y el espacio Mula Cultura de la ciudad de La Plata. 

Entre las convocadas, varias escritoras del conurbano se hicieron presentes para debatir y marcar territorio. Una de ellas fue Luciana Mignoli. “Me definí como una escritora profundamente conurbana”, resumió sobre su aporte en la charla de “No ficción: La realidad afectiva”, junto a Sandra Ruso, de zona sur como ella, y a Sonia Budassi de Bahía Blanca, y moderado por María del Mar Ramón. En esa mesa debate se volvió a la discusión de antaño: qué es realidad y qué es ficción. Se preguntaron también si hay una literatura bonaerense. Y sí, claro que sí. Está definida por sus “paisajes, geografías, pueblos originarios, historias, trayectorias en un contrapunto con la literatura más porteña, de la ciudad. “En el intercambio quedó plasmado que quienes escribimos con los pies en la provincia escribimos con otros colores, otros animales, otros tiempos de la narrativa”, aseguró Lu. La periodista y escritora conurbanera resaltó la iniciativa del Ministerio, entendiendo que “todo escrito también es político y tiene detrás una visión del mundo”, y que como siempre  esos mundos los definieron los varones, es transformador que “ahora haya mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries que puedan tener espacio para sus propias narrativas y discursos”. 

Yo quiero ser una Amazona conurbana / desnuda y llena de barro / llevar una navaja entre los dientes. Así escribe en su poesía Po Shitsa. Ella es una de las poetas que participó de la charla “Literatura, Feminismo y Política” del Ahora que sí nos ven, junto a la diputada Claudia Bernazza, y ambas moderadas por Claudia Torre. “Yo hable de los tres  ejes que me formaron identitariamente: son los de lesbiana, peronista y del conurbano, específicamente de Morón”, contó. Mencionó que el tren Sarmiento es algo influyente en el ritmo de su poesía, “es como esa columna vertebral”. También el barrio, los modos territoriales que nos hacen ser lo que somos, también en lo que escribimos. “Conversamos sobre el costo histórico que las mujeres y la disidencia tuvieron que atravesar para ser escuchadas, publicadas”. Repasó sobre las mujeres peronistas que fueron borradas de la literatura, y sobre cómo se lee a las mujeres, los modos y encasillamientos. También las participantes compartieron lecturas. “Estuvo buenísimo”, concluyó la poeta del oeste.

Entre las actividades, también se realizaron homenajes a Manuel Puig, Hebe Uhart, Aurora Venturini, Alejandra Pizarnik y María Elena Walsh. 

Escritas y Organizadas

Sobre el último día, se llevó adelante la charla “Escritas y organizadas”, moderada por María Ferreyra y Clara Anich, integrantes de la Comisión organizadora del Encuentro Federal de Escritorxs que está organizándose para armarse el año próximo. El espacio abordó experiencias de trabajo en el ámbito literario, en diálogo con Claudia Baldoni, Aurora Camarasa y Paula Casal, integrantes de la Sociedad de Escritores Bonaerenses, Colectiva escritoras y editoras platenses; y de la Unión de Escritores y Escritoras, respectivamente. 

“Es importante no sólo visibilizar los grupos y redes, sino también para pensar qué proyectos hacen falta. La idea es que ahí entre el Estado a generar políticas”, comentó María Ferreyra sobre su mesa debate. En esta propuesta quedó evidenciado que hay muchas experiencias colectivas que trabajan sobre los mismos territorios poéticos, simbólicos, políticos. “Encontrarnos nos permite visibilizar el trabajo y ver qué hace falta. Y también para quienes están perdides por ahí y escriben o editan, tengan una red de apoyo”, reflexionó María sobre una de las últimas jornadas. Lo que se discute detrás de cada encuentro es un derecho base: el acceso a la lectura y la escritura. 


Daniela Morán es periodista, radialista y comunicadora social. Colabora en revistas, medios y portales digitales nacionales y es maestranda en Periodismo Narrativo. También escribe poesía.