Julio Sin Plástico

La campaña Julio sin plástico es un movimiento global que ayuda a millones de personas a ser parte de la solución a la contaminación plástica. Busca concientizar sobre el uso de envoltorios y elementos descartables e incentivar a reducir al mínimo posible los desechos plásticos.

Por María Natalia Mazzei (Ecointensa)*

 

Corría el año 2019 cuando vi por primera vez en redes sociales que había algo que se llamaba “Julio sin plástico”. Eran mis primeros meses como ambientalista y como generadora de contenido ambiental y el nombre me atrapó. En esa época solo llevaba un par de meses en Argentina y todavía mantenía una gran conexión con México, en dónde había pasado gran parte de mi último año. Por eso seguía varias cuentas ambientales de allá, y di con una que había compartido una imagen compuesta por muchas fotos de personas sosteniendo carteles y formando la frase “no necesitamos un ambientalista perfecto, necesitamos a millones de personas tomando acción todos los días”. Hablé con quien había hecho la foto y le pregunté si podía replicar la iniciativa en Argentina. Y así fue como en mi primer julio sin plástico, nos organizamos 16 personas y cuentas vinculadas al ambiente para dar un mensaje.

La idea de julio sin plástico es que cada quien, desde su lugar, se comprometa a realizar pequeños cambios todos los días, entendiendo que esos pequeños cambios, multiplicados por millones de personas, pueden cambiar la realidad.

Esta iniciativa fue creada en Australia en el año 2011 por Rebecca Prince-Ruiz, una ecologista que, a partir de una visita a una planta de reciclaje en la que se enfrentó a enormes pilas de residuos, entendió que reciclar no es suficiente y que debemos hacer nuestro mejor esfuerzo por reducir nuestra generación de residuos.

¿Por qué se centra en los plásticos? Porque la contaminación plástica es uno de los mayores problemas que debemos resolver, ya que su presencia en espacios naturales se vuelve cada vez más frecuente, afectando y comprometiendo la vida de muchísimos seres vivos.

A través de la campaña se busca concientizar sobre el uso de envoltorios y elementos descartables y se incentiva a reducir al mínimo posible los desechos plásticos. Según la organización Plastic Free July, esta campaña es un movimiento global que ayuda a millones de personas a ser parte de la solución a la contaminación plástica. Desde su web brindan herramientas e ideas para reducir los desechos plásticos de un solo uso en nuestra vida cotidiana.

En esta línea, el 3 de julio de cada año se celebra el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico, con el objetivo de reducir el consumo de las bolsas de plástico de un solo uso, debido al daño que causan al medio ambiente y a los seres vivientes. Lamentablemente, la mayoría de las bolsas que se consumen no se reutilizan ni se reciclan y terminan en basureros o en el mar.

Cabe recordar que las bolsas de plástico tardan cientos de años en descomponerse desprendiendo miles de diminutos fragmentos de microplásticos, junto a aditivos y sustancias tóxicas.

¿Vale la pena todo ese daño? Lo cierto es que no.

Para ponerle un freno al uso de bolsas plástica se necesitan 2 cosas: por un lado, que haya regulación que las prohíba, como ya existe en distintos puntos de nuestro país y del mundo y, por otro lado, que haya voluntad por parte de las personas para que se comprometan y asuman su responsabilidad a la hora de hacer las compras.

Siempre es más fácil implementar cambios individuales cuando la normativa acompaña, y es cierto que en muchos municipios del conurbano se sigue permitiendo la entrega de bolsas plásticas en supermercados y de sorbetes en bares y restaurantes, elementos que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en otros puntos del país se encuentran prohibidos.

Una ciudad que avanzó en la prohibición de descartables es La Plata, a través de la iniciativa “La Plata no descarta”, con la cual buscan reducir progresivamente los plásticos de un solo uso, estableciendo en primer lugar una etapa de concientización a la comunidad y luego una etapa de prohibición de uso y distribución de determinados plásticos. Este proyecto fue impulsado por el entonces concejal Gastón Crespo y diferentes organizaciones locales para luego ser discutido en comisiones y en el recinto y aprobado en noviembre de 2022.

Otro ejemplo es el caso del municipio de Tigre, donde a través de la ordenanza N°3813/2021 se prohíbe la entrega y venta de sorbetes, vasos, revolvedores, platos y cubiertos de plástico y poliestireno (Telgopor) expandido de un solo uso, ello con el objetivo de concientizar sobre el impacto negativo y perjudicial que generan los materiales descartables en el ambiente, proponiendo como opción la utilización de alternativas con materiales biodegradables.

Lamentablemente, no siempre contamos con normativa que nos ayude y depende de cada persona hacer el esfuerzo por cuidar al planeta. Por eso, durante julio, la idea es que día a día nos propongamos evitar no solo las bolsas descartables sino todo tipo de plástico de un solo uso, para de esa manera buscar alternativas e incorporar nuevas herramientas hasta lograr adquirir un nuevo hábito de consumo mucho más sustentable.

Para ello, Unplastify lanzó una nueva edición del desafío julio sin plástico en español. En este caso proponen un programa de desplastificación individual de 21 días, que tiene el objetivo de acompañar a las personas a elegir un momento de su rutina y desplastificarla.

Quienes se inscriban al Desafío Julio Sin plástico x Unplastify deberán elegir un momento de su día para desplastificar y serán guiados a través de Instagram y/o mail en un proceso de desplastificación. Durante todo el proceso habrá consignas semanales, consejos para evitar el plástico descartable en los diferentes momentos de la rutina, mensajes de inspiración, y guías sin plástico. Cuando la campaña termine, se darán a conocer los datos de impacto, entre ellos, cuánto plástico se logró evitar entre todos los participantes.

¿Qué plásticos podemos evitar en este mes?

1- Bolsas de plástico de las que nos entregan en supermercados y verdulerías: llevá la de tela.

2- Vasos descartables, ya sea para café o agua del dispenser: llevá tu termo o taza reutilizable.

3- Bandejas de plástico para poner la comida por peso a la hora del almuerzo: mejor llevá tu tupper.

4- Botella de agua descartable: empezá a llevar tu botella reutilizable.

5- Cubiertos descartables: tené siempre a mano tus cubiertos reutilizables.

La organización “Vivir sin plástico” entrevistó a la creadora de la campaña, y le preguntó por qué es importante que cada persona se una a esta iniciativa: “Simplemente porque cada pieza de plástico que hay en el océano ha estado antes en las manos de alguien, y en esas mismas manos está la solución. Dependiendo de dónde vivas y de tus circunstancias puede resultar más fácil o más difícil, pero yo creo que todos podemos hacer algo. Uno de los objetivos es que la gente se dé cuenta de la cantidad de plástico que hay en nuestras vidas y este reto sin duda lo consigue”.


María Natalia Mazzei, oriunda del partido de Lanús, es abogada egresada de la Universidad Católica Argentina y diplomada en el Programa de actualización de  Políticas Públicas y Cambio Climático en la Universidad de Buenos Aires. Autora del libro “Una vida sustentable”, publicado por Penguin Random House bajo el sello Vergara en el 2022. Desde mayo del 2019, es activista ambiental y generadora de comunidad en redes sociales. Colaboradora en la Agencia Nacional de Noticias Télam en la sección audiovisual “Ecointensa” y columnista ambiental en el programa radial “Pasaron cosas” en Radio con vos. 

Su trabajo puede encontrarse también en distintas plataformas como Instagram y Youtube, así como también en su página web (www.ecointensa.com).