Dicen que los argentinos necesitamos subirnos siempre al lugar más alto posible.
Hay memes al respecto y todo. Pero también debe haber algo universal en eso, porque la humanidad en general, cada vez que visita un lugar turístico, se sube a miradores. Hacemos filas y pagamos entradas para acceder a los puntos más altos desde donde se puede ver todo desde arriba.

Por eso, nos subimos a diferentes terrazas, balcones y ventanas conurbanas para mirar un rato hacia nuestro paisaje cotidiano.

Cables, antenas y tanques. Banderas, macetas y balcones apiñados con todo lo que no entra en el interior. Tinglados industriales, chimeneas y vapor. Y hasta atardeceres de esos que no podés creer estar mirando desde tu techo. Estos son los miradores conurbanos, siempre terraza. Nunca sótano.


 

 

Martina Rico es fotógrafa y creadora audiovisual, trabaja generando contenidos para diferentes clientes y marcas de forma independiente. Un poco de cada punto cardinal: de San Justo de toda la vida, Licenciada en Relaciones Públicas egresada de la Universidad Nacional de La Matanza, docente de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y recientemente mudada a la capital de la industria, San Martín. Googleadora compulsiva, saca el celular en cualquier circunstancia para buscar lo que sea. Sueña con conocer el mundo, pero también sabe que en cada esquina hay un mundo para conocer.