Rebeca Rivera tiene sólo 23 años, pero ya es modelo, técnica en PC y maquilladora profesional. Su rostro tomó popularidad con TikTok, la red social de videos que fue furor durante el aislamiento por la pandemia, donde muestra qué encuentra con su hermano cuando van a cirujear y comparte otros contenidos, como su experiencia como donante de óvulos. Qué hay detrás de ese perfil que ya tiene más de 162.000 seguidores.
Por Camila Jáuregui
Tips, recetas, humor y su vida en el Conurbano. Todas esas aristas completan el mundo que, junto con su familia en Florencio Varela, Rebeca Rivera construye todos los días en TikTok, donde cada vez suma más seguidores. En esta entrevista con Cordón, habla de su infancia, su popularidad en redes sociales y cómo afronta las críticas, moneda corriente en ese mundo virtual.
– Llegamos a conocerte por TikTok, pero antes de adentrarnos en ese tema, me gustaría hablar un poco de vos. En tu Instagram (@rebecariveraok) te definís como modelo, técnica en PC y maquilladora. ¿Cómo se unen todos esos mundos?
– Es muy largo de contar, cada uno de mis títulos tiene una historia. Sobre mi primer diploma, el de técnica profesional en PC, desde que tengo memoria, mis viejos cartonearon y a casa llegaban con miles de cosas que se encontraban en la calle. Un día llegaron con un montón de computadoras porque una oficina había cerrado y las tiraron. Al tiempo, como teníamos muchas compus, decidieron poner un cibercafé y el negocio iba muy bien, pero a cada una había que configurarla, repararla y ponerle juegos. Como no eran tan conocidas para aquel entonces, las reparaciones salían carísimas, y es así como mi madre me manda a estudiar, por la necesidad de arreglarlas.
Mi segundo diploma fue el de maquilladora profesional, ese habla más de mí, de lo que soy. Siempre fui una chica soñadora, enamorada del arte y encontré una pasión por maquillar. El resaltar la belleza que veía en de los demás me encantaba. A los 16, tuve que dejar la escuela porque mi mamá estaba para un trasplante de corazón y pulmón y tenía que aprender a atenderla. A los 18, volví a la escuela y había salido un plan que se llamaba Progresar y con el dinero que me daban me pagué el curso de maquilladora profesional.
El tercer título fue el de modelo profesional. Siempre soñé con eso, pero estaba fuera de mi alcance. Las escuelas no eran económicas y financieramente nunca estuvimos bien, pero mi mamá siempre vio que luchaba por todo lo que quería y me dijo que me iba a mandar a estudiar eso que tanto anhelaba. Con mucho esfuerzo y sacrificio, a los 20, obtuve mi título de modelo profesional, que fue el comienzo de una gran carrera que amo.
Así se unen esos mundos, cada uno con su historia. Podría hablar horas sobre el esfuerzo que tuvo cada uno de mis títulos, pero prefiero no extenderme tanto jaja.
– Contanos un poco de tu historia: de dónde sos, cómo está compuesta tu familia, cómo y dónde transcurrió tu infancia.
– Soy de Florencio Varela, zona sur. Mi familia está compuesta por mi madre, padre y tengo un hermano mayor. Desde que tengo uso de razón, siempre vivimos en el mismo lugar, Bosques, en Villa Hudson. La verdad, tuve una infancia muy linda, tengo recuerdos hermosos hasta los 9 años. Mis viejos siempre trabajaron un montón para brindarnos lo mejor a mí y a mi hermano.
Recuerdo que ellos tenían una camioneta viejita y a la noche, mientras con mi hermana nos quedábamos en casa durmiendo, ellos salían a cartonear, era su trabajo. Cuando a la mañana nos despertaban para ir a la escuela, era un paraíso para nosotros: nos traían juguetes, galletitas entre un montón de cosas que se encontraban. A la tarde, cuando llegaba de la escuela, lo ayudaba a mi papá a clasificar botellas, cartón, etcétera.
– En una nota de algunos años atrás dijiste que sin tu mamá no serías nada hoy. ¿Podés hablarnos sobre eso?
– Confirmo lo mismo, sin mi madre no sería la mujer que soy hoy en día. Desde que nací, ella es un gran ejemplo para mi vida. Mi madre fue una mujer trabajadora desde su niñez, siendo la hija mayor y saliendo a trabajar desde los 11 años para mantener una casa de 14 niños.
Tengo miles de anécdotas, con ejemplos y valores que logró inculcarme a lo largo de mi vida. Hoy en día, como dije antes, ella está para un trasplante de corazón y pulmón a causa de la decisión de tenerme, aun sabiendo que iba a fallecer en mi embarazo. Aunque después de que yo naciera los médicos le diagnosticaron tan solo un año de vida, hoy sigue de pie y enseñándome a enfrentar la vida.
– ¿Cómo arrancaste en el mundo de TikTok, donde ya cosechás casi 166.000 seguidores?
– TikTok lo descargué en plena pandemia para ver videos y reírme un poco a pesar de todo lo que estábamos viviendo a nivel mundial. Empecé subiendo videitos que hacía con mi familia para reírnos un poco y matar el tiempo. También subía recetas y tips, a la gente le empezó a gustar.
Hoy, realmente me muestro sin ningún tipo de filtro, muestro mi realidad, mí día a día. Recibo más que nunca el apoyo de la gente, me di cuenta que ser genuino sin pensar en lo que puedan decir o criticar es lo mejor que te puede pasar, y eso se nota mucho en las redes sociales. Por eso, seguimos creciendo.
– En tu bio podemos ver un resumen de tu contenido: tips, recetas, cuidados de la piel, humor, “de todo un poco”. ¿Qué es lo que más te divierte hacer?
– En sí, todo me divierte. A la hora de agarrar el celular para grabar, ya me emociono. Soy consciente de que estoy creando un contenido que lo van a ver miles de personas, por eso siempre trato de que le pueda sacar una sonrisa a alguien o deje alguna enseñanza, ya sea dando un mensaje positivo o dando algún tip para la vida diaria.
– Tus últimos videos son sobre lo que vos o tu hermano encuentran en la basura, cuando salen a cirujear. ¿Cómo comenzaron con eso?
– Cartonear es algo que viene de familia. Mis viejos, con ese trabajo, nos sacaron adelante siendo chicos, nosotros nunca tuvimos la necesidad de salir a cirujear. Somos chicos con estudios, pero no es novedad que en plena pandemia casi nadie tenía trabajo, no teníamos la manera de sustentar mi casa y cuando se empezaron a dar permisos de circulación, decidimos salir. El trabajo era escaso y éramos responsables de mi mamá, era o salir o salir. Nunca quisimos volver a repetir la historia de nuestros padres, pero no nos quedó de otra.
– ¿Cómo surgió la idea de publicarlo y cómo fue la llegada al público?
– Siempre quise mostrar tal y como era mi vida, cosa que no me animaba por lo que dirían los demás. Pero mi cabeza hizo un click cuando falleció mi tía con retraso madurativo, por COVID, en abril de este año. Fue un gran proceso para mí, y me di cuenta que la vida se va yendo, que uno se merece ser feliz AHORA, con los que están en este momento, porque si dejamos las cosas para mañana, ya es tarde.
En mis primeros videos de TikTok hice uno con ella que tuvo más de 200k de vistas, y no te imaginas cómo nos reímos cuando grabamos ese vídeo. Fue mi primer video «viral». Por eso, un día cuando llegó mi hermano con cosas, decidí grabarlo y subirlo, sin pensarlo mucho. La gente siempre va a opinar, es algo con lo que tenemos que vivir. Recibí muchos comentarios malos y buenos, pero agradecía todos de igual manera porque me ayudaban a crecer.
– También hablás de la donación de óvulos. ¿Cómo comenzaste con ese proceso?
– A la donación de óvulos la conocí por una de mis tías que se sometió a muchos tratamientos para poder concebir, cosa que no logró. Yo siempre la cargaba y le decía: “Tía, voy a tener un hijo y te lo voy a dar para vos”. De chiste en chiste, fui averiguando cómo poder ayudar a mujeres estériles, porque conocí varias a lo largo de mi vida. Una de ellas era mi madrina, que quedó muy enferma por un aborto clandestino que le hicieron sus padres. Yo siempre hablaba con ella, y lo que más deseaba era poder ser mamá, cosa que tampoco pudo cumplir.
Recién cuando cumplí 21 años pude donar por primera vez. Me sentí realmente feliz por mi acto, soy muy consciente de que fue por amor. Como dije antes, la gente siempre va a opinar. Cuando empecé a leer comentarios de odio decidí ignorarlos, sólo me enfocaba en los buenos y en los miles de casos y agradecimientos de mujeres que también me comentaban.
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