A poco de cumplirse 46 años del último golpe cívico-militar en nuestro país, Revista Cordón dialogó con Alejandro Enrique, autor de “El caso Soto. Biografía de un desaparecido en La Matanza” (Che Ediciones). Allí recorre la vida de Delfor Santos Soto, militante peronista, político y escritor, quien fue víctima del terrorismo de Estado y se encuentra desaparecido desde el 21 de agosto de 1976.

El libro escrito por Enrique, periodista e investigador, nació con la intención de conocer los orígenes del peronismo en lo que se conoce como “la capital” del movimiento político. Y esa historia lo llevó a Soto, “protagonista de una época compleja, de una generación que peleó por la vuelta de Perón a la Argentina. Una generación sumamente ideologizada y comprometida con sus principios éticos”. En esta entrevista con Cordón, conocemos quién fue Soto, su marca en La Matanza y el trabajo detrás de las páginas que reconstruyen su vida y obra.

 

-¿Cómo surgió la idea de escribir acerca de este caso?

-Desde 2011 direccioné mi labor investigativa sobre los orígenes políticos del partido de La Matanza. Con un fuerte acento en el Peronismo como eje del mismo desde 1945 en adelante donde con el paso de los años ganó el mote de “bastión” electoral. En ese trayecto de reconstrucción histórica, en diciembre 2017 entrevisto a Beatriz Ronchi, esposa de Delfor Soto y descubro un personaje muy rico, lleno de aristas interesantes que era protagonista de una época compleja, de una generación que peleó por la vuelta de Perón a la Argentina. Una generación sumamente ideologizada y comprometida con sus principios éticos. De inmediato intuyo que, además de sumar un testimonio más al trabajo de investigación que venía recorriendo, estaba ante una protagonista que podía ser merecedor de una biografía propia. Por otro lado, desde el proyecto general que llevo adelante me servía como un primer paso a la hora de publicar el material. Creo que no me equivoqué, ya que cuatro años después se publicó “El Caso Soto…”, una biografía que retrata (con una primera pincelada) el proceso político en La Matanza desde 1945 hasta 1976.

-¿Quién fue Delfor Santos Soto?

Delfor Soto fue uno de tantos militantes peronistas que se formaron al calor de la Resistencia Peronista. Fue uno de los tantos “hijos” de aquel primer peronismo (Soto nació en 1935) que disfrutó personalmente aquello de “los únicos privilegiados”. Que siendo un jovencito veía cómo su pueblo de San Justo de modificaba gracias al crecimiento que proponía el primer y segundo gobierno de Perón. Pero hubo un hecho que lo marcó de por vida, que fue haber sido protagonista de reparto de la contrarrevolución del 9 de junio de 1956. Perón había sido derrocado (y obligado a exiliarse) en septiembre de 1955. Al año siguiente el general Juan José Valle junto a otros militares y a civiles encabeza un movimiento militar que fracasa. La dictadura antiperonista decide fusilar a los que participaron de esa acción. Quiso el destino histórico que Delfor Soto esté cumpliendo el servicio militar obligatorio en Campo de Mayo. Los militares leales a la dictadura capturaron a un grupo de oficiales del Ejército Argentino que quisieron copar el regimiento, y de inmediato seleccionaron a algunos conscriptos para fusilarlos en el acto. Entre esos conscriptos estaba Delfor Soto, quien se resiste a formar parte del pelotón que iba a ultimar a los militares peronistas. Salvó su vida por poco (creo yo que los dictadores estaban más ansiosos por fusilar a los sublevados), pero terminó en un calabozo por varios meses en condiciones inhumanas. Ese suceso (hoy conocido por el libro “Operación masacre” de Rodolfo Walsh) lo marcó para siempre, tanto que cuando empezó a participar en la vida política en forma orgánica conformó la Agrupación 9 de Junio.

-¿Qué cosas te impactaron acerca de su vida/militancia?

-El idealismo que los militantes, en general, tenían en esos años. Delfor Soto no fue un militante de base de larga trayectoria, su participación dentro de las filas del partido fue relativamente breve. Desde finales de los años 60 hasta los primeros meses de 1975 año en el que se ve obligado a renunciar a su banca y a dejar de lado la actividad política producto de las profundas tensiones que vivía el peronismo en todos sus niveles. La Triple A había impuesto condiciones luego de la muerte de Perón (1 de julio de 1974) y eso provocó una fuerte espiral represiva sobre militantes del peronismo revolucionario y especialmente sobre amplios sectores de la JP. Volviendo a Soto, me asombró ver el nivel de los debates que se daban en el recinto del Concejo Deliberante, en donde Soto era una de las espadas más preparadas del oficialismo matancero. Había discusiones profundas que, casualmente, se daba hacia el interior del bloque dominante que era el del Fre.Ju.Li (tenía 19 concejales sobre 24 bancas). Esa caja de resonancia que es el HCD fue donde comenzaron los dolores de cabeza de Soto quien en poco tiempo tuvo de renunciar a su banca. La discusión política era muy potente, algo que no tuvo continuidad histórica a posteriori de la Dictadura Militar (1976-1983). Eso es muy llamativo y, a la vez, comprensible. Por último, el hecho que le tocara el servicio militar en Campo de Mayo y que 20 años volviera allí como víctima del plan de secuestro y desaparición de personas que puso en marcha la Dictadura Militar. Eso es muy paradójico.

Delfor Santos Soto

-¿Cuál fue su trabajo en La Matanza?

-Fue un personaje multifacético. Desde su juventud trabajó en distintas industrias matanceras (por entonces había más de 11.000 fábricas), entre ellas fue personal jerárquico de la automotriz Chrysler que estaba ubicada en San Justo.  Después decidió ganarse la vida con un emprendimiento comercial; abrió unas sucursales de tintorería que era toda una novedad por los años 60. Esa actividad tuvo un intervalo durante su labor como concejal de La Matanza. Luego que deja la función pública vuelve a la actividad privada con la fabricación y venta de pulóveres. Pero además, Soto fue un deportista destacado como nadador y basquetbolista. Finalmente está la labor intelectual de Delfor que incursionó en el periodismo, pero que se destacó como escritor con dos libros de cuentos (Chito y otros silencios y El Despojo) que son muy interesantes.

-¿Cómo fue el proceso de reconstrucción tan minucioso sobre su obra?

– Me dediqué cuatro años a acumular elementos probatorios que me permitiesen reconstruir de la forma más certera a Delfor Soto y todo lo que lo rodeó. Desde su nacimiento hasta su desaparición y cautiverio. Para eso reuní más de 20 entrevistas, periódicos de la época, diarios de sesiones del HCD, fotografías y otros documentos que me permitieron armar el mapa de la época y ver a sus protagonistas en su real dimensión.

-El Caso Soto además de visibilizar a uno de los 335 desaparecidos de La Matanza, sin duda reconstruye una parte fundamental de la historia del distrito ¿Tenés pensado avanzar con otros temas?

-En principio voy a retomar la investigación general sobre los orígenes políticos de La Matanza y del Peronismo. Con la publicación del libro cierro esa etapa y pondré el foco en la investigación global. Es un trabajo de largo aliento donde ya llevo más de 45 entrevistas y reuní documentación de todo tipo. Hay que pensar que en La Matanza tuvimos a uno de los protagonistas políticas más interesantes de siglo XIX como lo fue Juan Manuel de Rosas, quien tenía su estancia en el kilómetro de 40 de la Ruta Nacional 3. Si bien era una estancia productiva, allí aprovechaba Rosas para cerrar acuerdos con como el que protagonizó con el general Juan Lavalle o para atar temas políticos con los Ezcurra, familiares de su esposa Encarnación. Todavía no hice un recorte histórico, pero sigo trabajando en la investigación. Las repercusiones de “El Caso Soto…” (que cuenta con el prólogo de Roberto Baschetti) me entusiasman porque quedó demostrado que  existe un público interesado en conocer los orígenes políticos de La Matanza.

Alejandro Enrique, autor de “El caso Soto. Biografía de un desaparecido en La Matanza”

Alejandro Enrique, autor de “El caso Soto. Biografía de un desaparecido en La Matanza”