El escritor Julián López compiló una antología de cuentos que integran el primer lanzamiento de literatura de la editorial de la Universidad Nacional de Hurlingham, con relatos que discuten y rompen con los preconceptos que giran en torno a la idea de lo que es el Conurbano. “Queríamos proponer algo distinto”, dice en esta entrevista con Cordón.
Conurbe. Cartografía de una experiencia es una antología de relatos en los que el Conurbano bonaerense es el territorio geográfico, pero también simbólico, en el que transcurren las historias. Su compilador es el escritor Julián López, quien, a 16 años de la publicación de su primer libro, se embarcó en el desafío de rescatar la polifonía conurbana al reunir los escritos inéditos un grupo de reconocidos autores y autoras que abordan toda su complejidad. Katya Adaui, Selva Almada, Gabriela Cabezón Cámara, Inés Garland, Carla Maliandi, Sebastián Pandolfelli, Claudia Piñeiro, Dolores Reyes, Hugo Salas, Camila Sosa Villada, Fernando Veríssimo y Alejandra Zina son los encargados de trazar ese recorrido conurbano para encontrar hasta dónde llega el límite de lo que, para López, es un “mapa mítico”.
Publicada por la editorial de la Universidad Nacional de Hurlingham como el primer lanzamiento de su línea Transurbana, López dialogó con Cordón sobre este nuevo “desafío” de dirigir la primera colección de Libros de UNAHUR dedicada a la literatura, con la que nos lleva a caminar nuestro territorio desde una “experiencia común”.
-¿Cómo se gestó la idea de Conurbe?
-Libros de UNAHUR es la editorial de la Universidad Nacional de Hurlingham, que viene funcionando desde su fundación con la publicación de libros académicos que tienen un material súper interesante dentro del área de competencia de una editorial universitaria. Pero les pareció pertinente, y a mí me parece buenísimo, empezar a publicar ficción para dar cuenta de los niveles de producción y de escritura narrativa que hay en el Conurbano, en principio, y empezar a disputar el terreno de la escritura de ficción. Fue una gran noticia cuando me convocaron para dirigir la colección, que se llama Transurbana. Me pareció un desafío muy estimulante.
-¿Cómo fue el proceso de elección de los autores y autoras que participaron en este libro?
-La idea era hacer una antología con relatos que dieran cuenta de la idea de lo conurbano y con nombres importantes que pudieran ser atractivos y llamaran la atención para que se recaiga sobre la existencia de la colección. Se me ocurrió convocar a todo este seleccionado y me interesaba que fueran escrituras que yo considero importantes y que no hubiera nombres que estuvieran directamente relacionados con la literatura que circula comercialmente lindante con la idea del Conurbano. Queríamos proponer algo distinto.
-¿Cómo surge la elección del título?
-Yo jugaba mucho con la idea “conurba”, pero me parecía demasiado cristalizado y quería correrme de eso, ir un poco más allá. Hablando con una amiga editora, se le ocurrió el nombre y le dije: “Te lo robo”. Después, agregamos Cartografía de una experiencia porque tenemos la idea de pensar que todos estos textos forman parte de una experiencia común, que es la experiencia conurbe: es lindante a la ciudad, es toda la complejidad que tiene el Conurbano de tres cordones, de ciudades supernumerarias, de topografías sociales muy opuestas, de una inmensa textura y riqueza política, social y cultural.
-En muchos de los cuentos, la simple mención de una característica, sin decir el nombre de la localidad, te redirecciona al Conurbano. Está súper anclado. ¿Cómo se logró?
-Básicamente, por la pericia de las escritoras y escritores convocados. La convocatoria fue a textos inéditos, a que escribieran para la antología. No había ningún condicionamiento, no necesitaba que sean nacidos o nacidas en el conurbe, quería evitar la idea de representación. El objetivo era pensar no en términos de la idea que circula sobre el Conurbano, que no es solamente Morón, Hurlingham, o Isidro Casanova, sino también San Isidro o Beccar. Es súper complejo, entonces queríamos que la antología abarcara lo más posible.
-La mayoría de las autoras son mujeres…
-Es que, en los últimos años, la narrativa argentina está liderada, claramente, por la escritura de las mujeres, la escritura trans. Si ves los nombres más importantes de la literatura argentina con proyección nacional e internacional, la mayoría son mujeres. Eso también me parecía que era pertinente que quedara reflejado. Traté de pensar en la antología como un proyecto que evitara los gustos personales y que diera cuenta de la maquinaria productiva narrativa bonaerense actual.
-La escritura del Conurbano es muy amplia y subjetiva, ¿te da la posibilidad de pensar en alguna otra edición?
-La idea es que la editorial siga publicando ficción. Para el año que viene, ya tenemos dos novelas, para la primera parte del año, que son textos muy potentes. Va a haber más, hay proyectos súper interesantes. La idea es que Transurbana circule, que llegue a las librerías, que no quede puertas adentro de la Universidad. Es una colección ambiciosa que quiere ser debatida y criticada.
-¿Cuál es la importancia de contar con una editorial que salga de la universidad pública?
-Me llena de emoción que una universidad tan pujante como la UNAHUR se ponga a la altura de las circunstancias. Argentina es un país productor de literatura muy importante, la historia de la literatura argentina es universal, así que me parece que cualquier centro de altos estudios tiene que estar a la altura de esa marca tradicional de la cultura argentina.
-¿Qué tanto de ficción y de realidad pudiste encontrar en los cuentos?
Esa es LA pregunta en la ficción. A mí me parece que, ante la idea de la narrativa, esa pregunta se suspende, deja de funcionar. Quienes escribimos, utilizamos materialidad propia y, parte de ella, es la lectura que hacemos de nuestras vidas, nuestras fantasías, nuestra imaginación, lo que pensamos y lo que creemos que pensamos. Por eso, entiendo que la literatura suspende la categoría de realidad y ficción y plantea un campo nuevo, más fidedigno.
Camila Jáuregui es Licenciada en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Estudiante de la Especialización en Gestión de las Comunicaciones (UNLZ). Se desempeña en el área de Prensa y Comunicación Institucional de la Secretaría de Coordinación Institucional de la UNLZ. Redactora sobre Literatura Conurbana en Revista Cordón.
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