Con Raúl Alfonsín a la cabeza, aquí están y estos son los hombres y las mujeres que la revista más vendida en aquel diciembre eligió para representar los distintos sectores de la vida nacional de ese año histórico.

Por Germán Ferrari**

 

Un clásico de la revista Gente es armar cada diciembre un “número extraordinario” con los “personajes” del año, una selección de biblias y calefones confeccionada según un criterio en el que se mezclan la actualidad, la emoción y la frivolidad.

“Los personajes del ‘83” representaban una síntesis del imaginario de sectores medios y medios-altos de la sociedad argentina. El semanario de la editorial Atlántida había pasado del apoyo incondicional a la dictadura cívico-militar a la celebración del nuevo gobierno constitucional sin escalas. A pesar de ese viraje ideológico, fue el medio más vendido en diciembre de 1983, un privilegio que en algunos meses estuvo jaqueado por una publicación ubicada en las antípodas políticas: el quincenario Humor.

Esa producción especial de personalidades se plasmaba en una foto de portada que necesitaba el doble de espacio para mostrar a todos. En este caso, no se usó la contratapa –que publicitaba las camisas Polaris con el rostro de Ricardo Darín–, sino una tapa desplegable, con página adicional.

No había ninguna duda de que el nuevo presidente, Raúl Alfonsín, era el personaje del ’83. Su ausencia física en la producción se resolvió con la imitación del cómico Mario Sapag, “máximo acierto” con su “excelente y desopilante caracterización”, según Gente. Sapag fue incluido también porque ese año “se consagró definitivamente como imitador. Se convirtió en Gandhi, Bernardo Neustadt, Oriana Fallacci y Lorenzo Miguel”. Atrás había quedado la censura que cayó sobre el cómico porque a la dictadura le había disgustado que personificara a Jorge Luis Borges, un hecho que hasta al propio escritor le pareció un sinsentido más del régimen.

Entre el resto de los políticos que ese año tuvieron protagonismo, Gente escogió al liberal Álvaro Alsogaray, “una de las revelaciones de las últimas elecciones. Se candidateó como presidente, pero basó su campaña en su postulación como diputado y ganó. 172 mil argentinos le dieron su voto”. Para ser más precisos, el fundador de la Unión del Centro Democrático (UCD), que sería uno de los sostenedores de  la política neoliberal del menemismo, logró su banca por la Capital Federal. 

A pesar del nuevo tiempo democrático, el semanario se las ingenió para filtrar a un representante de la dictadura, el vicealmirante Carlos Castro Madero, porque “el 18 de noviembre anunció que la Argentina había logrado la tecnología para obtener uranio enriquecido. Nuestro país pasaba así a formar parte del club nuclear internacional”. 

 

Pare y escuche

El marketing político fue protagonista y David Ratto se llevó los laureles, por estar “a la cabeza de un equipo de creativos argentinos, [que] manejó la campaña publicitaria del doctor Raúl Alfonsín”. De allí surgieron los eslóganes, la estética de los afiches, las imágenes y el famoso saludo del candidato radical.

La prensa contó con tres representantes: Magdalena Ruiz Guiñazú –“este año, como el anterior, su estilo periodístico respondió a un solo credo: valentía y objetividad. Además, en el Salón de la Mujer, se la eligió como la mujer del año”–; Mónica Gutiérrez –“la revelación periodística del año. Se caracterizó por su estilo audaz e incisivo en los reportajes que hizo en el programa 28 millones”– y Juan Carlos Mareco –“después de varios años de ausencia, volvió a la radio y a la televisión con dos programas que tienen el mismo nombre: Cordialmente. Tanto en uno como en otro medio, fue un éxito rotundo”. 

En aquella época también había mediáticos, aunque muchísimos menos. Guillermo Patricio Kelly, un personaje de profesión indefinida, tenía su presencia asegurada entre los elegidos de Gente: “Sus explosivas denuncias (relacionadas con el almirante Massera, Lorenzo Miguel, Aníbal Gordon, general Otto Paladino, etc.) sumadas a su secuestro, en agosto, lo convirtieron en el hombre más polémico del año”. 

A los pies de los distinguidos, en un costado, una urna (de madera) evidenciaba el “símbolo de la democracia. Sobre ella se concentraron las esperanzas de 28 millones de argentinos a lo largo de 1983”. 

Magdalena Ruiz Guiñazú, en los años 80, cuando la invitaron a participar de la Conadep Jorge Quiroga - Archivo La Nación

Magdalena Ruiz Guiñazú, en los años 80, cuando la invitaron a participar de la Conadep
Jorge Quiroga – Archivo La Nación

 

La dicha en movimiento

El fútbol aportó a Carlos Salvador Bilardo, reemplazante de César Luis Menotti en la dirección técnica de la Selección nacional: “Inauguró un nuevo estilo dentro del equipo. Bajo su tutela, Argentina, luego de 13 años, logró vencer” a Brasil. En tenis, Gabriela Sabattini, “13 años y una carrera formidable. 250 trofeos, campeona de la categoría juvenil metropolitana y un futuro promisorio”. Y en rugby, Serafín Dengra, integrante de Los Pumas: “En Australia, durante la gira, deslumbró a la crítica especializada por sus virtudes de pilar derecho o izquierdo…y a las mujeres por su pinta”. 

El mundo del espectáculo sentó en primera fila a Susana Giménez –“su rol en La mujer del año (mejor comedia musical de 1983) la consagró definitivamente. Actúa, canta, baila y desparrama encanto del principio al fin. Un éxito”–. Y Darín, su novio, recibió también su premio –“este año dejó definitivamente su viejo rol de galancito para convertirse en un actor de nivel. Lo demostró en Compromiso y Mi chanta favorito”–. Adrián Ghío estaba allí por su interpretación de Vadinho en Doña Flor y sus dos maridos, la obra de teatro que “fue noticia por dos motivos: por la cantidad de público que trajo y porque fue prohibida por la censura”. Y Julio de Grazia, porque “demostró definitivamente que es uno de los mejores actores argentinos. Dúctil y solvente, actuó en casi todas las películas del nuevo cine nacional”. Hugo Moser era reconocido como “el creador y director de Mi chanta favorito y Matrimonios… y algo más, dos de los programas de más éxito de 1983”. 

Susana Giménez junto a Ricardo Darín, 1983. Archivo General de la Nación Argentina

Susana Giménez junto a Ricardo Darín, 1983. Archivo General de la Nación Argentina

 

Otro mundo, el de la moda, ubicó a Ginette Reynal –“este fue su año. No sólo siguió siendo una de las modelos más cotizadas de la pasarela, sino que debutó como actriz en Operación Ja-Ja y grabó un disco como cantante con el grupo Los Helicópteros”–; Karina Rabolini –“la modelo más joven y hermosa del momento. En 1983 fue una presencia obligada en los desfiles más importantes de Buenos Aires”– y Florencia Canale –“a través de la pantalla de tevé, vende hamburguesas, televisores, champú… Tiene 18 años y fue la modelo publicitaria más solicitada”–. 

Alejandro Lerner, “el músico joven del año”, representó a su rubro. “Cosechó éxitos como cantante y compositor. Sus temas los cantan Sandra Mihanovich, Marilina Ross… Es el nuevo ídolo de la juventud”. 

 

Un hombre común

Entre los seleccionados, Gente reservó un lugar a hombres y mujeres ajenos a las luces mediáticas y que fueron noticia en 1983. La revista llevó a Ramón Leguizamón, jefe de Internos del Hospital Santa Teresa del Niño Jesús de Tucumán; el estudiante de Derecho Sergio Guidi –“en él están representados los cinco millones de jóvenes que el 30 de octubre votaron por primera vez”–; Angélica Ceriani de Bover, una maestra de 72 años, con más de medio siglo dedicado a la docencia, quien pese a estar jubilada, ejerce como directora del Colegio San Carlos Borromeo, en el partido bonaerense de General Rodríguez; y Eleuteria Guymas, “un ejemplo de amor a la vida. A los 80 años comenzó a cursar primer grado en un escuelita de Cerrillos, en Salta”.

La producción especial de los personajes del ’83 se completaba con una breve fundamentación de las elecciones y una decena de fotos con sus respectivos epígrafes en las que se ve a los participantes departiendo entre ellos o posando para la cámara. Un cóctel de biblias y calefones para todos los gustos. 

 

* La nota está basada en el final del capítulo “Historias de redacciones” del libro 1983. El año de la democracia (Planeta), publicado por el autor en 2013.


Germán Ferrari es profesor de Periodismo Gráfico y Taller de Periodismo Gráfico en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ). Sus últimos libros son Osvaldo Bayer. El rebelde esperanzado (2018), Pablo Rojas Paz va a la cancha. Las crónicas futbolísticas de «El Negro de la Tribuna» (2020) y Raúl González Tuñón periodista (en prensa).