En los últimos años un nuevo tipo de obra pública emergió en los cimientos conurbanos. Directamente proveniente de CABA, la bandera del Metrobús es enarbolada por algunos como síntoma del progreso del transporte en el Gran Buenos Aires. Con seis metrobuses, es momento de repasar las peripecias estatales del transporte automotor urbano en este lado de la Gral. Paz.
Inaugurado oficialmente el 31 de mayo de 2011 con la construcción del ramal Juan B. Justo, y dos años después el ramal 9 de Julio, el Metrobús es y será uno de los pilares fundamentales en materia de gestión del actual gobierno. A más de ocho años de su primer recorrido, y ahora con la Nación, Buenos Aires y CABA a su disposición, el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal han puesto en marcha uno de los principales instrumentos de penetración estatal: la obra pública.
En concordancia con lo propuesto en 2015 por la en ese entonces recién electa gobernadora de la provincia de Buenos Aires, y sumando la experiencia en CABA, el gobierno metió mano en el transporte. Entredichos con las intendencias, desconocimiento de las zonas y de sus problemáticas, quejas de los vecinos e irregularidades en el financiamiento. Todos estos factores convergieron en los seis ramales conurbanos.
Vicente López: Av. Maipú.
La primera incursión en territorio bonaerense se dio el 24 de noviembre de 2016 con la inauguración de la ampliación del Ramal Norte de CABA en el municipio de Vicente López, encabezado por Jorge Macri. La primera obra del ‘’laboratorio’’ no estuvo exenta de inconvenientes en la planificación y cálculo que se hizo de la traza, como así tampoco qué beneficio traería aparejada la idea.
Las irregularidades se notaron desde el principio. En un comunicado publicado el 9 de octubre de 2014 el Observatorio del Derecho a la Ciudad manifestó su profunda preocupación acerca de los estudios de impacto ambiental, monto de las obras, inundaciones, etc.
Desde la Ciudad de Buenos Aires se ha cuestionado el financiamiento de los corredores de Metrobús, acerca de cuánto aportaba la gestión de Jorge Macri para la realización de las obras. Acompañado de esto y de las irregularidades en la aprobación del Consejo Deliberante de Vicente López, (ignorando los estudios de impacto ambiental) tampoco se llamó a audiencia pública para tratar el proyecto con los vecinos.
A pesar de todo esto, amparo mediante, las obras avanzaron. Organizaciones de vecinos, esta vez en Vicente López, integradas en parte por arquitectos, ingenieros y urbanistas elevaron sendos reclamos al municipio acerca de los inconvenientes en la planificación de la traza. Esto quedó de manifiesto cuando fueron los mismos vecinos quienes midieron el ancho de entrada a las plataformas y, efectivamente, corroboraron un auténtico papelón: medían 1,85 metros, siendo que los colectivos miden 2,40 metros. La altura de las paradas tampoco era la adecuada: los colectivos con aire acondicionado golpeaban la punta de la marquesina. Evidenciado esto, tuvieron que romper y volver a construir.
La Matanza: Ruta 3
El turno siguiente le tocó a territorio matancero. El 5 de mayo de 2017 se inauguró el ramal La Matanza en el municipio homónimo. Pero lo cierto es que la génesis del Metrobús de La Matanza se remonta a mucho antes, más precisamente al 2013.
El 12 de diciembre de 2013 el entonces Ministro de Transporte de la Nación Florencio Randazzo anunció la financiación por parte del Banco Mundial de lo que sería el futuro Metrobús en el municipio. En ese momento, las exigencias del organismo, considerando que financiaba el 70% de la obra, eran claras: se pedía la implementación de un sistema BRT genuino. Es decir, un Metrobús ‘’de verdad’’: estaciones cerradas, buses biarticulados con puertas al nivel de las plataformas elevadas y una estructura de corredores troncales y alimentadores.
Dicho y hecho, fue aprobado el proyecto BRT ‘’Mi Bus’’: una estructura de líneas troncales dentro de La Matanza y hacia la ciudad de Buenos Aires (con servicios expresos) y líneas alimentadoras. Posibilidad de trasbordar entre una estación y otra pagando un solo boleto. Se preveían estaciones cerradas cada 600 metros, la compra de coches articulados nuevos y la construcción de un gran centro de trasbordo en González Catán.
La nueva gestión de Guillermo Dietrich bajo la órbita del Ministerio de Transporte echó por tierra el proyecto y el Banco Mundial, sorpresivamente, soportó la modificación. El ambicioso proyecto fue ‘’podado’’ y rebajado en su extensión e impacto. Los accesos a CABA se limitaron y fue diseñado imitando la infraestructura ‘’simple’’ de los Metrobuses capitalinos: hasta modificaron la estética, cambiando la estructura, color y señalización de las paradas, para asemejarlas a lo que hoy en día conocemos.
«La rosca», por supuesto, estuvo presente durante esos años. Los idas y vueltas para adjudicarse la obra entre el municipio y la Nación estuvieron en la escena política casi desde el cambio de gestión. Inaugurado en plena etapa de elecciones de medio término, las disputas por el reconocimiento eran previsibles.
Tres de Febrero: Ruta 8
Cinco meses después, el 6 de octubre de 2017, empezó a funcionar el servicio en la localidad de Tres de Febrero. Esta inauguración, una vez más, presentó problemas. Esta vez fue una cuestión meramente político-discursiva.
El proyecto original del Metrobús de Tres de Febrero contemplaba que la traza llegase a ese municipio desde San Martín, es decir: CABA-San Martín-Tres de Febrero. El trayecto, insólitamente, ‘’salteó’’ a San martín, gobernado por el justicialista Gabriel Katopodis, y solo fue construido en Tres de Febrero, municipio bajo el mando del oficialista Diego Valenzuela.
Lo que faltó, en esta oportunidad, fue el acondicionamiento de la Ruta 8: el camino que atraviesa a San Martín y uniría CABA con Tres de Febrero. Las denuncias de ‘’discriminación’’ por parte de Katopodis no se hicieron esperar. Los reclamos vecinales por la pronta licitación de las obras en Ruta 8 se mantuvieron hasta que, en marzo de este año, fueron aprobadas.
El denominado «Metrobús de la Grieta» finalmente fue terminado el tres de septiembre de este año, casi dos años después de la puesta en funcionamiento del servicio en Tres de Febrero.
Foto: Municipalidad de San Martín
Morón: Av. Presidente Perón (ex Gaona)
El 9 de octubre de 2018 llegó el momento de Morón. El presidente de la Nación y la gobernadora bonaerense se unieron con el Ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, y el intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro, para anunciar la inauguración del ramal.
Podría decirse que el caso de Morón es la consecuencia de una serie de inexplicables ideas que tuvo el gobierno nacional y la municipalidad. Como si se tratara de una tragicomedia, la planificación y ejecución de este Metrobús tuvo: una audiencia pública ignorada, un parque lineal inconcluso, precios irrisorios, denuncias de recortes en otras áreas, falta de conectividad con otras vías de acceso, entre otros.
Todo comenzó de la forma más insólita posible: el Gobierno Nacional y la misma Municipalidad de Morón se contradijeron acerca de la inauguración. Y es que para poner en marcha las obras debía llamarse, por ley, a una audiencia pública con los vecinos del distrito.
Pero eso era tan solo el comienzo.
Poco más de dos meses después, finalmente se llamó a audiencia pública para tratar el caso y conocer la opinión de los vecinos. Fue contundente: el 91% de las personas que se dieron cita un caluroso 30 de noviembre de 2016 a las 18:45 en el Club 5 de Junio, en Haedo, dieron el ‘’no’’ por el proyecto del Metrobús.
Luego de la audiencia pública, faltaba ‘’la pata’’ municipal. El 28 de diciembre de 2017 (más de un año después de la audiencia pública) el Consejo Deliberante de Morón dio inicio a una Sesión Extraordinaria para votar el proyecto. Entre denuncias de la oposición sobre ‘’cajoneo’’ de los pliegos para sesionar, falta de planificación en el proyecto e irregularidades para el llamamiento a sesionar, finalmente se votó el proyecto. Fueron 12 votos a favor y 11 en contra.
Menos de un año después, en octubre de 2018, el Metrobús de Morón fue inaugurado. Incluyendo hasta denuncias de recortes presupuestarios en otras áreas, destrucción de un parque lineal, y vecinos que expresan que simplemente ‘’no conecta con nada’’ (autopistas y/o avenidas principales), los números finales son los siguientes:
-91% de desaprobación
-33 cuadras.
-$155 millones invertidos (4 millones por cada 100 metros)
-3 líneas de colectivos.
Vale destacar que la inauguración de la obra estuvo acompañada, de escraches, protestas, vallas y gendarmes.
Quilmes: Av. Calchaquí
El Metrobús Calchaquí, ubicado en la avenida homónima del partido de Quilmes, fue inaugurado el dos de junio de 2019.
Los dos reclamos y/o inconvenientes vigentes en el Municipio de Quilmes están directamente relacionados con el costo de la obra: Martiniano Molina ‘’cocinó’’ un Metrobús de más de $800 millones de pesos. La longitud, de 8,7 kilómetros, da como resultado $91 millones de pesos por cada kilómetro, $9,1 millones por cada 100 metros.
El reclamo más importante es ya una moneda corriente en cualquier obra de estas características en el conurbano: una cuestión de prioridades. El Municipio de Quilmes cuenta con, aproximadamente, más de 100 barrios, villas y asentamientos populares. En ellos se pueden hallar contaminación, inundaciones, falta de acceso al agua potable y luz, entre otras carencias. Desde el municipio respondieron con cemento.
El segundo reclamo es quizás el más insólito, considerando la inversión en la obra: el Metrobús de la Av. Calchaquí es, aunque cueste creerlo, sumamente inundable.
¿Y ahora, qué?
Los destinos de la muy reciente inauguración del Metrobús en Florencio Varela (Av. San Martín) y la construcción de otro más en la Ruta Provincial 4 (Camino de Cintura) son puro misterio. El primero ya presenta quejas acerca de las irregularidades en las obras hidráulicas, inundaciones mediante. El segundo, llamado pomposamente ‘’el más extenso del conurbano’’ ya motivó la queja de los vecinos por la misma causa: inundaciones. Vale destacar que las obras en Camino de Cintura han sido frenadas en más de una ocasión durante este año.
En las vísperas de un fin de 2019 que cerrará la segunda década del siglo en Argentina y decidirá el huésped de Balcarce 50 por los próximos cuatro años, el Metrobús en el conurbano es ya una realidad difícil de ignorar. Con los posibles cambios en la administración del Estado, el cemento avanzando por las calles y generando nuevas problemáticas que se suman a las existentes, el debate sobre las implicancias, beneficios y consecuencias se encuentra lejos de estar saldado.
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